El cambio climático ha incrementado la urgencia de conservar los bosques. Los incendios forestales, las plagas y las sequías afectan gravemente a estas zonas, reduciendo su capacidad de almacenar carbono y absorber contaminantes. Proteger los bosques es, por tanto, una estrategia directa para mitigar los efectos del calentamiento global y preservar los recursos naturales.
Además, los bosques tienen un valor cultural y recreativo. Senderismo, observación de fauna y educación ambiental son actividades que conectan a las personas con la naturaleza. Promover su conservación también significa garantizar espacios para la recreación, la investigación científica y el aprendizaje sobre el medio ambiente.
En resumen, conservar los bosques en España es esencial para la sostenibilidad del país. Los beneficios ecológicos, sociales y económicos que aportan hacen que su protección sea una responsabilidad colectiva. Cuidar estos ecosistemas asegura un futuro más equilibrado y saludable para las generaciones presentes y futuras.